Queridas Madres Cristianas Santa Mónica de Venezuela: Les deseo paz, bienestar y bendición al recibir la presente misiva.
Con este saludo quiero ponerme al día y decirles que ya estoy en España descansando y visitando a la familia. He tenido dos fines de semana ocupados con las primeras comuniones de dos sobrinos y con el aniversario matrimonial de un hermano. Todo muy bien, gracias a Dios.
En este momento estoy en Madrid porque después de la operación del año pasado me han vuelto malestares y limitaciones físicas en piernas y cintura. Parece que se trata de artrosis en las caderas. Estoy en tratamiento desde ayer. Les pido oraciones para seguir la voluntad de Dios en todo esto, pues debería regresar el próximo día 17 a Buenos Aires, pero con esta situación...
Aquí tengo seguro médico, y al Doctor que me operó... En fin, veremos con los superiores lo que sea más conveniente, pues apenas estaba empezando como párroco de San José en Buenos Aires y los padres tendrán dificultades para atender la parroquia, el colegio y las dos capillas. Siempre se generan problemas en las suplencias...
Por lo demás, me siento bien aquí, esperanzado y con el deseo de saludar a las nuevas comunidades de España y a algunas madres mónicas por Madrid o por La Rioja. Les hablaré de ustedes, de las mónicas que en Venezuela y en otras partes de América sufren por la economía, la violencia, las migraciones... Recuerden que me encuentran en el blog y en las redes. Es posible que en esta temporada esté más activo en esos medios debido a la limitación en la movilidad y los desplazamientos. Dios dirá.
No les quito más tiempo. Gracias por el interés que les merezca la presente. Por favor, intensifiquen las súplicas para la venida del Espíritu a todas y cada una de las madres mónicas, sobre todo venezolanas, a sus familias y a la Asociación, pues no queda nada para Pentecostés. En Colombia están celebrando el IV Encuentro Nacional de Mónicas... Nos ganan. Hagamos, pues, de este tiempo una magnífica oportunidad para evangelizar a las madres de familia más necesitadas o desorientadas. El Señor las pondrá en nuestro camino.
Que el Señor siga estando grande con ustedes. Ánimo, no desfallezcan. Un abrazo desde Madrid. Bendiciones,
Párroco de San José, Villa Maipú
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