EL ÉXTASIS DE OSTIA TIBERINA DE MÓNICA Y AGUSTÍN
Rito de entrada
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre…
Oración preparatoria
Padre y Señor nuestro, misericordia de cuantos en ti esperan, tú concediste a tu sierva santa Mónica el don inapreciable de saber reconciliar las almas entre sí y contigo; danos a nosotros el ser mensajeros de unión y de paz en nuestros ambientes, y el poder llevar a ti los corazones de nuestros hermanos con el ejemplo de nuestra vida.Tú que hiciste a Mónica modelo y ejemplo de esposas, de madres y de viudas, concede por su intercesión la paz y mutuo amor a los casados; el celo y la solicitud en la educación de los hijos, a las madres; obediencia y docilidad, a los hijos; la santidad de vida, a las viudas; y a todos, el fiel seguimiento de Cristo, nuestro único y verdadero maestro. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Textos bíblicos para la misa
• Romanos 8, 26-39.
• Salmo 83, 2-6.11. Dichosos los que viven en tu casa. M. Ag. pág. 79.
• San Juan 17, 1-8.21-24.
Textos agustinianos
“Estando ya cercano el día de su partida de esta vida, aconteció, por tus disposiciones misteriosas, según creo, (Dios mío), que ella y yo nos hallábamos asomados a una ventana que daba al jardín de la casa donde nos hospedábamos. Era en las cercanías de Ostia Tiberina. Allí, apartados de la gente, tras las fatigas de un viaje pesado, reponíamos fuerzas para la navegación.
Conversábamos, pues, solos los dos, con gran dulzura. Olvidándonos de lo pasado y proyectándonos hasta las realidades que teníamos delante, buscábamos juntos, en presencia de la verdad que eres tú, cuál sería la vida eterna de los santos, que ni el ojo vio, ni el oído oyó ni llegó al corazón del hombre.
Abríamos con avidez la boca del corazón al elevado chorro de tu fuente, de la fuente de la vida que hay en ti, para que, rociados por ella según nuestra capacidad, pudiéramos en cierto modo imaginarnos una realidad tan maravillosa.
Y cuando nuestra reflexión llegó a la conclusión de que, frente al gozo de aquella vida, el placer de los sentidos carnales, por grande que sea y aunque esté revestido del máximo brillo corporal, no tiene punto de comparación y ni siquiera es digno de que se le mencione, tras elevarnos con afecto amoroso, más ardiente hacia él mismo, recorrimos gradualmente todas las realidades corporales, incluyendo el cielo desde donde el sol, la luna y las estrellas mandan sus destellos sobre la tierra.
Tú sabes, Señor, que aquel día, mientras hablábamos de estas cosas y, mientras al filo de nuestra conversación sobre estos temas, nos parecía más vil este mundo con todos sus atractivos, ella añadió: Hijo, por lo que a mi respecta, nada en esta vida tiene ya atractivo para mí. No sé qué hago aquí ni por qué estoy aquí, agotadas ya mis expectativas en este mundo. Una sola razón y deseo me retenían un poco en esta vida, y era verte cristiano católico antes de morir. Dios me lo ha dado con creces, puesto que, tras decir adiós a la felicidad terrena, te veo siervo suyo. ¿Qué hago aquí?” (Confesiones 9, 10).
Se pide la gracia que se desea alcanzar.
Oración de los fieles para todos los días
Dios, Nuestro Señor, concedió a santa Mónica la conversión de su esposo Patricio y de su hijo Agustín. Pidamos por intercesión de ella un espíritu de verdadera conversión y una verdadera comprensión y amor a los demás.
- Por todos los cónyuges cristianos que tienen dificultades en su vida familiar, para que sepan ofrecerse mutuamente consuelo y ayuda. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
- Por todas las madres cristianas del mundo, para que sepan conducir a sus hijos hacia ti. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
- Por cuantos sufren soledad y abandono en la sociedad o sufren por las debilidades morales de sus seres queridos. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
- Por todos los que buscan la verdad y trabajan por ser fieles a tus preceptos y enseñanzas. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
- Por el florecimiento de vocaciones a la vida agustino-recoleta seglar y religiosa, y por la perseverancia y fidelidad de cuantos se han comprometido a seguir a Cristo imitando a san Agustín. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
Para añadir a la oración de los fieles el día noveno
- Por las vocaciones a la vida contemplativa, sobre todo entre las monjas agustinas recoletas, y por la fidelidad de cuantas viven este santo propósito. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
Oración final
Escucha, Padre de bondad, nuestras oraciones, y tú que concediste a santa Mónica que con su vida, sus oraciones y sus lágrimas ganara para ti a su marido Patricio y a su hijo Agustín, concédenos, por su intercesión, que hagamos de nuestras vidas una ofrenda perenne en tu honor y al servicio de los hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Rito de despedida
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
Amén.
V. Bienaventurada santa Mónica
R. Ruega por nosotros.
V. Glorioso padre san Agustín
R. Ruega por nosotros.
Oración Prefacio de la misa de santa Mónica
Señor Dios Todopoderoso,
en la festividad de santa Mónica,
es necesario celebrar tus dones en ella,
pues, vivificada en Cristo, vivió de tal manera
que fuese alabado tu nombre en su fe y en sus costumbres,
y en su corazón se sintiese tu presencia.
Ganó a su marido para ti al final de sus días.
Formó a los hijos, dándoles a luz
tantas veces cuantas veía que se desviaban de ti;
ante sus lágrimas, diarias y sinceras,
le concediste que su hijo Agustín no pereciese.
Por eso, Señor, te alabamos ahora y por siempre.
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