SANTA MONICA EN CASICIACO, CON AGUSTÍN Y SUS COMPAÑEROS
Rito de entrada
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre…
Oración preparatoria
Padre y Señor nuestro, misericordia de cuantos en ti esperan, tú concediste a tu sierva santa Mónica el don inapreciable de saber reconciliar las almas entre sí y contigo; danos a nosotros el ser mensajeros de unión y de paz en nuestros ambientes, y el poder llevar a ti los corazones de nuestros hermanos con el ejemplo de nuestra vida.Tú que hiciste a Mónica modelo y ejemplo de esposas, de madres y de viudas, concede por su intercesión la paz y mutuo amor a los casados; el celo y la solicitud en la educación de los hijos, a las madres; obediencia y docilidad, a los hijos; la santidad de vida, a las viudas; y a todos, el fiel seguimiento de Cristo, nuestro único y verdadero maestro. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Textos bíblicos para la misa
• Romanos 12, 9-16b. M. Ag. p. 72.
• Salmo 72, 25-28. Para mí lo bueno es estar junto a Dios. M. Ag. pág. 61.
• San Juan, 15, 1-14.
Textos agustinianos
“Estábamos en aquel silvestre apartamiento en compañía de mi madre, que se había asociado a nosotros con atuendo femenino, fe varonil, seguridad de anciana, amor de madre y piedad cristiana” (Confesiones 9, 4).
Uno de los días, mientras se discute al estilo de los filósofos, llega Mónica, y Agustín quiere se tome nota de su entrada en escena. Ella se opone. Sin embargo, Agustín, entre otras cosas, le dice: “En estos escritos míos te expondría, pues, al ridículo si tú no amaras la sabiduría; no te despreciarías si la amases solamente un poco, y mucho menos, si la amases como yo mismo.
Pero tú la amas mucho más de lo que me amas a mí, y bien sé cuánto me amas, y has progresado tanto en ella que no te dejas asustar por el temor de una posible desgracia e incluso de la muerte. Esta tal disposición fue difícil de encontrar incluso en filósofos eminentes, y es, por unánime acuerdo de todos, la cumbre del amor de la sabiduría. Y yo, ¿no debería ser discípulo?
A este punto, con expresión dulce y caritativa, me respondió que jamás había dicho yo tantas mentiras” (Del orden 2, 33).
“Dios escucha largamente a quien vive bien. Oremos, pues, no para que nos dé riquezas, honores o bienes semejantes caducos e inciertos, a pesar de cualquier esfuerzo, sino aquellos bienes que nos hacen buenos y felices.
A ti, sobre todo, madre mía, confiamos el cometido de que nuestros deseos se cumplan en la fe. Yo creo sin duda ninguna y afirmo que por tus oraciones Dios me ha concedido la intención de no proponer, no querer, no pensar, no amar otra cosa que la consecución de la verdad.
Y continúo creyendo que por tus peticiones conseguiremos un bien tan grande, al que hemos aspirado por tus méritos” (Del Orden, 2, 20, 53).
Se pide la gracia que se desea alcanzar.
Oración de los fieles para todos los días
Dios, Nuestro Señor, concedió a santa Mónica la conversión de su esposo Patricio y de su hijo Agustín. Pidamos por intercesión de ella un espíritu de verdadera conversión y una verdadera comprensión y amor a los demás.
- Por todos los cónyuges cristianos que tienen dificultades en su vida familiar, para que sepan ofrecerse mutuamente consuelo y ayuda. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
- Por todas las madres cristianas del mundo, para que sepan conducir a sus hijos hacia ti. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
- Por cuantos sufren soledad y abandono en la sociedad o sufren por las debilidades morales de sus seres queridos. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
- Por todos los que buscan la verdad y trabajan por ser fieles a tus preceptos y enseñanzas. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
- Por el florecimiento de vocaciones a la vida agustino-recoleta seglar y religiosa, y por la perseverancia y fidelidad de cuantos se han comprometido a seguir a Cristo imitando a san Agustín. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
Para añadir a la oración de los fieles el día octavo.
- Por los profesores y los hombres de ciencia, para que siempre se dejen guiar en sus enseñanzas e investigaciones por la luz del Evangelio. Oremos.
R. Señor, que tu gracia nos santifique.
Oración final
Escucha, Padre de bondad, nuestras oraciones, y tú que concediste a santa Mónica que con su vida, sus oraciones y sus lágrimas ganara para ti a su marido Patricio y a su hijo Agustín, concédenos, por su intercesión, que hagamos de nuestras vidas una ofrenda perenne en tu honor y al servicio de los hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Rito de despedida
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
Amén.
V. Bienaventurada santa Mónica
R. Ruega por nosotros.
V. Glorioso padre san Agustín
R. Ruega por nosotros.
Oración Prefacio de la misa de santa Mónica
Señor Dios Todopoderoso,
en la festividad de santa Mónica,
es necesario celebrar tus dones en ella,
pues, vivificada en Cristo, vivió de tal manera
que fuese alabado tu nombre en su fe y en sus costumbres,
y en su corazón se sintiese tu presencia.
Ganó a su marido para ti al final de sus días.
Formó a los hijos, dándoles a luz
tantas veces cuantas veía que se desviaban de ti;
ante sus lágrimas, diarias y sinceras,
le concediste que su hijo Agustín no pereciese.
Por eso, Señor, te alabamos ahora y por siempre.
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