Estimadas Madres Cristianas Santa Mónica de Venezuela: Paz y bien en el Amor del Señor.
Al mes de la celebración de santa Mónica me pongo de nuevo en comunicación con todas ustedes. Me alegra pensar que han aprovechado muy bien el descanso veraniego y que estarán comenzando el nuevo curso con renovado empuje y con mucha ilusión. Enhorabuena. Dios es siempre nuevo.
Por mi parte, les comparto que ya llevo un mes viviendo en esta comunidad de San Millán. Tenemos muchos retos por delante y lo antes posible iremos concretando nuestras actividades. Ya les iré contando.
Mientras tanto, les comparto que viajé a Madrid para asistir al consejo provincial y aproveché la estadía para visitar a las madres mónicas de nuestras dos parroquias: Santa Florentina y San Antonio de Las Cárcavas. En ambas presidí la misa que se programó con antelación. De regreso a San Millán me detuve en Burgos y me reuní con las señoras que promueven allá los coros de oración. En todas partes, las madres asistentes quedaron muy contentas y animadas a proseguir en su misión.
Les recuerdo que aquí en San Millán contamos con el Centro de espiritualidad que deseamos promocionar más para beneficiar a personas que quieran retirarse a un lugar tranquilo para descansar, revisar su vida y encontrarse con Dios. En él hemos celebrado tres encuentros de madres mónicas, de España y del extranjero. Así que tomen nota.
Finalmente les comunico que en Argentina hay tantas madres mónicas vinculadas a nosotros que este mes les enviaré un saludo particular. Ellas visitan con frecuencia los blogs de las madres mónicas de Perú, Venezuela y el personal de un servidor. De esta manera tenemos cuatro grupos: Venezuela, Perú, Argentina y España; y un quinto en el que agrupamos a bastantes madres mónicas de otros países latinoamericanos (Chile, Colombia, México, Uruguay,Nicaragua y Puerto Rico).
Que todo esto sea motivo para dar gracias a Dios y para congratularnos. Y también para estimularnos en la tarea de formar más coros y evangelizar a más madres de familia, particularmente en Venezuela. Muchas gracias por todo. Dios me las bendiga. Con aprecio personal, p. Ismael
Al mes de la celebración de santa Mónica me pongo de nuevo en comunicación con todas ustedes. Me alegra pensar que han aprovechado muy bien el descanso veraniego y que estarán comenzando el nuevo curso con renovado empuje y con mucha ilusión. Enhorabuena. Dios es siempre nuevo.
Por mi parte, les comparto que ya llevo un mes viviendo en esta comunidad de San Millán. Tenemos muchos retos por delante y lo antes posible iremos concretando nuestras actividades. Ya les iré contando.
Mientras tanto, les comparto que viajé a Madrid para asistir al consejo provincial y aproveché la estadía para visitar a las madres mónicas de nuestras dos parroquias: Santa Florentina y San Antonio de Las Cárcavas. En ambas presidí la misa que se programó con antelación. De regreso a San Millán me detuve en Burgos y me reuní con las señoras que promueven allá los coros de oración. En todas partes, las madres asistentes quedaron muy contentas y animadas a proseguir en su misión.
Les recuerdo que aquí en San Millán contamos con el Centro de espiritualidad que deseamos promocionar más para beneficiar a personas que quieran retirarse a un lugar tranquilo para descansar, revisar su vida y encontrarse con Dios. En él hemos celebrado tres encuentros de madres mónicas, de España y del extranjero. Así que tomen nota.
Finalmente les comunico que en Argentina hay tantas madres mónicas vinculadas a nosotros que este mes les enviaré un saludo particular. Ellas visitan con frecuencia los blogs de las madres mónicas de Perú, Venezuela y el personal de un servidor. De esta manera tenemos cuatro grupos: Venezuela, Perú, Argentina y España; y un quinto en el que agrupamos a bastantes madres mónicas de otros países latinoamericanos (Chile, Colombia, México, Uruguay,Nicaragua y Puerto Rico).
Que todo esto sea motivo para dar gracias a Dios y para congratularnos. Y también para estimularnos en la tarea de formar más coros y evangelizar a más madres de familia, particularmente en Venezuela. Muchas gracias por todo. Dios me las bendiga. Con aprecio personal, p. Ismael
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