Estimadas Madres Cristianas Santa Mónica de Venezuela:
Reciban mi saludo del mes deseándoles lo mejor en el Amor del Señor y de los suyos.
Después de celebrar con mucho gozo la Pascua del Señor, la fiesta de Pentecostés y el misterio de la Santísima Trinidad, ahora estamos, domingo a domingo, permitiéndole al Señor que sea el Dueño de nuestra vida personal y de nuestra familia: de sus esposos y de sus hijos, en el caso de ustedes, queridas madres “Mónicas”.
Con gusto nos unimos, este 27 de junio, todas las madres Mónicas del mundo, sobre todo de América y España: en intercambio de oraciones y compartiendo los gozos y las esperanzas en el poder de Dios que no defrauda.
Frente a tanta violencia y división en nuestro mundo, apostamos por la unión, la reconciliación, el diálogo y la paz en nuestros hogares, en la Iglesia y en la sociedad. El Papa Francisco nos ha regalado la última encíclica. Prestémosle atención para vivir la alegría del Espíritu que habita nuestro mundo.
He recibido noticias de diversos lugares donde las madres Mónicas se reunirán hoy para compartir, para orar, para renovar su vocación de esposas y madres cristianas: para participar en la Eucaristía que nos permite participar en la victoria de Cristo, aquí y ahora.
Ánimo, Madres Cristianas, las necesitamos como promotoras de la vida nueva en Cristo, y de la paz en las familias y en el mundo entero. ¡Vivan su maravillosa vocación y sean felices, haciendo cada vez más dichosos a los suyos! ¡Dios sea bendito!
En intercambio de oraciones, con estima personal, y hasta otra ocasión, p. Ismael
28 de junio de 2015
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