Saludo del P. Ismael Ojeda, 27 julio 2013

Estimadas Madres Cristianas Santa Mónica de Venezuela: Mi más cordial saludo, portador de los mejores deseos. 

Transmitir la fe a hijos y nietos

Son varios los motivos que tengo para escribirles este saludo mensual. En primer lugar, todos tenemos la atención dirigida al Papa Francisco que está viviendo la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, Brasil. Ustedes, como americanas, todavía más. Es un gozo para todos ver la presencia de Dios en las palabras y en los gestos del Papa. Dios está respondiendo a las necesidades del mundo actual: Amor entre hermanos, solidaridad con los más necesitados, fe en Dios, oración y confianza absoluta en la presencia de Dios en medio de nosotros por su amor y misericordia. Sigamos orando por el Papa Francisco y por la renovación de toda la Iglesia. 

En segundo lugar, el Papa ha resaltado con frecuencia la influencia beneficiosa de su familia y particularmente de su abuela en la fe y en la educación cristiana desde muy niño. La abuela le enseñó a rezar a Dios y le dio las primeras y fundamentales lecciones sobre la vida cristiana. Por otro lado, acabamos de celebrar a san Joaquín y santa Ana padres de la Virgen María, patronos de los abuelos y ancianos. Muchas de ustedes también son abuelas que deben transmitir la fe a sus hijos y a sus nietos, sin desanimarse, con mucha paciencia y con mucha oración y cercanía a los suyos: Como lo hizo la abuela del Papa y los padres de la Virgen María. Ánimo. 

En tercer lugar, les recuerdo que dentro de un mes celebraremos la fiesta de santa Mónica, la patrona de las Madres Mónicas. Este año, en España, queremos hacer coincidir el Encuentro anual de las Mónicas con las fiestas de santa Mónica y san Agustín. El domingo 25 esperamos a las que se animen a venir a San Millán. Les agradezco sus rezos  por esta intención y las animo a participar en los actos que se programen en Venezuela o en las parroquias. 

Y finalmente, nos unimos a las madres que están sufriendo a causa del accidente ferroviario de Santiago, España. Nos unimos a su dolor y pedimos por el eterno descanso de los fallecidos. Queremos y así lo pedimos a santa Mónica que las familias afectadas sean renovadas por la fe, la oración y la comunión de sus miembros, ya que el Señor todo lo dispone para nuestro bien. Estamos orando. 

Nada más. Las felicito por lo mucho que las quiere el Señor al confiarles a sus esposos y a sus hijos para que les transmitan el infinito amor del Señor. No se cansen. Un abrazo y que sean felices. Hasta pronto, p. Ismael

28 de julio de 2013