Juan 10, 27-30
En aquel tiempo, dijo Jesús:
- «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.»
Homilía de San Agustín:
Seguro está del número de ellas quien sabe lo que ha dado por ellas
Lecturas completas
IV Domingo de Pascua, Ciclo C
Reflexiones -
Powerpoint
21 de abril de 2013
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