Estimadas y queridas Madres Cristianas Santa Mónica de Venezuela: Les deseo un feliz año 2013, repleto de lo mejor para ustedes. Que sus deseos y aspiraciones al bien sean satisfechos por nuestro Padre Dios, fuente de todo don perfecto.
Estimado lector, amable lectora, permítanme desearles lo mejor utilizando la fórmula de bendición inspirada por Dios mismo y recogida en el libro de los Números:
“El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor; el Señor se fije en ti y te conceda la paz” (6, 24-26).
Con esta bendición Dios “dice bien” de ti, te mira con agrado; y este gesto se traduce en protección. Él te lleva en la palma de su mano y nada te puede suceder que él no permita. No hay poderes arbitrarios que puedan amedrentarte. Nada ni nadie pueden hacerte daño si Dios no se lo consiente y permite. Y como él es el único compasivo, no permitirá que seas tentado por encima de tus fuerzas. Al revés, él hará que todo contribuya a tu bienestar integral, que en todo puedas vencer hasta con facilidad y gusto.
Por tanto, puedes entrar en el nuevo año totalmente confiado en el Señor; liberado de toda ansiedad, angustia y preocupación. Puedes confiarte en Dios como lo hace un niño que se siente protegido permanentemente por sus padres.
Pero si es verdad que nada se mueve sin el querer de Dios, también es verdad que tu futuro depende de ti. Por tanto, el nuevo año será lo que tú quieras que sea. Nada está escrito ni predeterminado. Tu futuro depende sólo de ti y de Dios. Él, ciertamente, quiere lo mejor para ti en este año. Si tú también lo quieres, seréis mayoría aplastante.
Vive, pues, gozoso y feliz cada momento del nuevo año. Así será realmente un año de gracia y bendición para ti.
Y para expresártelo usaré de nuevo la palabra de Dios. Pablo se dirige a los fieles de Éfeso: “Dios os dé sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama y cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos” (1, 17-18). Si conocieras el don de Dios, y quién es el que habla contigo, dijo Jesús a la samaritana, tú le pedirías agua viva y él te la daría.
La carrera decisiva: Olvidando lo que queda atrás me lanzo hacia adelante a ver si alcanzo la meta fijos los ojos en el iniciador y consumador de nuestra fe Cristo Jesús, el Señor de la gloria.
Feliz año nuevo 2013. Que Dios se glorifique en tu vida. En intercambio de oraciones y nobles deseos. Tú, no temas. No te eches atrás y verás la gloria y el poder del Señor en tu vida. Cuenta conmigo para lo que desees. Un abrazo, p. Ismael
02 de enero de 2013
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