Saludo mensual del P. Ismael Ojeda

Estimadas Madres Cristianas Santa Mónica de Venezuela: Mi saludo del mes de julio portador de los mejores deseos de paz y bienestar en el Amor del Señor para todas ustedes y para sus familias.

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Les deseo un verano gratificante, lleno de satisfacciones personales y familiares. Es tiempo propicio para encuentros entrañables y reencuentros con parientes y amigos. Que puedan disfrutar de la familia, de los hijos y de los nietos, el principal tesoro que llevan entre manos y que les ha confiado el Señor, el Dueño de la vida, de la belleza y de la felicidad. Que la admiración y disfrute de la naturaleza, en la costa, en la sierra o en la selva, les lleve a la contemplación y adoración del Creador y Salvador. Que tengan tiempo para anunciar la salvación en Cristo a los hermanos más necesitados del sentido de la vida o de consuelo.

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Por mi parte, les cuento que en el capítulo celebrado en San Millán me han encomendado menos responsabilidades de las que me temía. Así que me alegro por ustedes, ya que les podré dedicar, según previsiones, más tiempo y atención. Dios lo quiera, y que todo sea para su mayor gloria, edificación de la Iglesia y de la Orden. Y como nos quedó muy buen gusto de boca con el III Encuentro de Madres Mónicas, estoy ofreciendo a las que no pudieron asistir una convivencia en San Millán para el mes de setiembre. Les comparto este proyecto para que recen por esta intención. Gracias.

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Finalmente, el próximo 27 de agosto es la Fiesta de santa Mónica. Hay que preparar esa celebración, sea en las parroquias, sea en algún lugar apropiado al que puedan desplazarse las madres de otros sitios próximos. No desperdiciemos esa oportunidad, única en el año. Los frailes agustinos recoletos residentes en Venezuela se juntarán en diversas comunidades para celebrar al día siguiente la fiesta de nuestro padre san Agustín. En España lo celebraremos en el Monasterio de Yuso el domingo 28 sobre el mediodía en la iglesia recién restaurada.

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Bien, estimadas Madres Mónicas de Venezuela, un abrazo y que el Señor siga estando grande con ustedes. Dios sea bendito. Con aprecio personal, p. Ismael
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27 de julio de 2011