La Lectio Divina es un modo de orar con la Sagrada Escritura, ya practicado por los primeros monjes, que favorece el crecimiento de una relación íntima con el Señor. Con la práctica de esta forma de oración nos alejamos gradualmente de los propios esquemas para mirar al mundo con los ojos de Dios. Podemos describir la Lectio Divina distinguiendo cuatro partes o etapas:
- La primera es la lectura: momento en el que leemos lenta y atentamente el pasaje de la Escritura que hayamos escogido, de modo que penetre dentro de nosotros.
- La segunda etapa es la meditación. Aquí reflexionamos rumiando el texto bíblico a fin de extraer de él lo que Dios quiere transmitirnos.
- La tercera etapa es la oración, que consiste en permitir a nuestro corazón hablar con Dios. Esta oración está inspirada por nuestra reflexión de la Palabra de Dios.
- La última etapa es la contemplación, en la cual nos abandonamos totalmente a las palabras y pensamientos santos. Es el momento en el cual nosotros sencillamente reposamos en la Palabra de Dios y escuchamos la voz de Dios que habla en lo profundo de nuestro ser.
La Palabra de Dios es viva y activa, y transformará a cada uno de nosotros si nos abrimos para recibir lo que Él nos quiere dar.
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